Cracovia, se volvió un destino indiscutible en un periplo por el este de Europa. En este post, te contamos todo lo que hay que ver en Cracovia, que cosas no te podés perder, que días podés visitarla y cuánto cuesta cada atracción. Con toda esta información vas a poder organizar mejor tu itinerario y hasta tu presupuesto (¡te contamos precios de cada cosa!). Preparate, porque hay un par de imperdibles en Cracovia, que deberías tener en mente antes de viajar.
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Una de las cosas que definitivamente tenés que ver en Cracovia, es el casco histórico de la ciudad, el cual está definido por la famosísima Plaza del Mercado. Es una plaza de 200 metros por 200 metros, y estas medidas inmensas, la convierten en la más grande de toda Europa. Ha albergado y alberga grandes eventos históricos, sociales y políticos. En ella, encontrarás algunos de los principales monumentos de la ciudad: la Torre del Ayuntamiento, la Iglesia de San Adalberto (súper pequeñita), la Lonja de los Paños y la Basílica de Santa María.
Es uno de los monumentos más importantes que ver en Cracovia. El antiguo ayuntamiento fue demolido y la torre es lo único que sobrevive del edificio original. Un dato interesante: mide 70 metros de alto. En el 1700 hubo una tormenta feroz que provocó que desde entonces, esté inclinada 55 centímetros. Si decidís entrar, sabé que en el sótano, (donde antiguamente funcionaban salas de tortura) ahora hay una cafetería ?♂️. Yendo hacia arriba, hay una oficina de turismo y una sede del Museo de Historia de Cracovia. Si llegás hasta el último piso podrás contemplar hermosas vistas de la ciudad.
Otra de las cosas que consideramos que tenés que hacer en Cracovia, es ver el edificio que divide la plaza del mercado en dos y que alberga, justamente, el mismísimo mercado de Cracovia (¡de acá, el nombre de la plaza!) Es un edificio en el que históricamente se vendían telas al por mayor y además era donde los comerciantes se reunían e intercambiaban productos exóticos (que venían de otras tierras) por productos locales como tejidos y sal. Hoy en día, se encuentra mucho más orientado al turismo. Encontrarás docenas de bellos y prolijos puestos de madera en los que podrás comprar suvenires y recuerdos cracovianos: objetos de ámbar y de madera, ropa tejida y con bordados típicos, entre otros. Y como no todo son compras en esta vida, si sos fan de la pintura, sabé que en el primer piso del edificio, funciona una de las sedes del Museo Nacional y hay una galería enteramente dedicada a la pintura polaca del siglo XX.
La Basílica Santa María es una de las más bellas y famosas de Polonia. A lo largo de los años, fue reconstruida y remodelada en varias oportunidades, lo que hizo que se destaquen variedades de estilos en su construcción. Lo más destacable de la Basílica de Santa María son sus dos torres. La más alta fue la torre vigía. Todos los días, una vez por hora, un trompetista toca desde ella una melodía, en honor a un vigilante que murió de un flechazo durante un ataque a la ciudad, mientras tocaba su trompeta para avisar a los ciudadanos. ¡Se puede subir a la torre y apreciar lindas vistas de Cracovia! La otra torre (la más baja) funciona como campanario.
Esta iglesia es otro de los imperdibles que ver en Cracovia, por ser una de las iglesias más antiguas de Polonia (del siglo X). La iglesia está ubicada en una de las esquinas de la plaza del mercado. Esta construida en piedra y es realmente muy pequeña. Una marca de su antigüedad es que está hundida por debajo del nivel del suelo de la plaza, esto es porque la iglesia estuvo allí desde antes que el mercado y con el paso del tiempo, el nivel del suelo se fue ajustando para las otras construcciones. A lo largo de los siglos, fue remodelada en varias oportunidades. En 1610, fue renovada al estilo barroco y en el siglo XIX se hizo su ultima gran restauración a su versión actual en la que se muestra su nivel mas bajo.
En la cripta de la iglesia puede encontrarse un pequeño museo sobre “la historia de la plaza del mercado” cuya entrada tiene un valor de €0,50.
La Colina de Wawel, es sin dudas, algo que ver en Cracovia. Fue el centro de la actividad religiosa, cultural y política en la época en que Cracovia fue la capital de Polonia. En la Colina de Wawel vas a encontrar dos grandes íconos cracovianos: el hermosísimo Castillo de Wawel y la imponente Catedral de Wawel.
El Castillo de Wawel fue construido en el 1300 y a lo largo de la historia ha sido reconstruido muchas veces en manos de los dueños de turno. Se fueron agregando estructuras al castillo según la necesidad de la época. El aspecto que tiene en la actualidad, resulta de las reconstrucciones de principios del siglo XVI. Durante el tiempo que Cracovia fue capital de Polonia, el Castillo vio desfilar a decenas de reyes y soberanos importantes, pero con el traslado de la capital de Polonia a Varsovia, su esplendor se fue extinguiendo. Después de eso, empezó a utilizarse como alojamiento para bodas, coronaciones y todo tipo de celebraciones gubernamentales, hasta que fue ocupado por tropas austríacas y posteriormente por los nazis durante la Segunda Guerra Mundia. Es al finalizar la guerra que el Castillo de Wawel, se conviertió en un Museo Nacional donde actualmente podés visitar las Salas de Estado, los Apartamentos Reales, el Tesoro de la Corona y Armería y la sala de Arte Oriental.
La Catedral de Wawel (en realidad se llama catedral de San Wenceslao y San Estanislao), es uno de los edificios religiosos más importantes de Polonia y deberías incluirla en tu lista de cosas que ver en Cracovia, sin ninguna duda. Fue construida a principios del siglo XIV sobre los restos de una iglesia mucho más antigua. Su fachada mezcla colores y estilos. Lo más destacable (y que recomendamos hacer en Cracovia), es visitar la Capilla de Segismundo, considerada la obra cumbre del renacentismo en Polonia. Aquí, se coronaron a muchos de los reyes de Polonia, y a su vez, funcionó también, como panteón de la realeza y de los soberanos más importantes del país.
¡Camina por Kazimiers! Es una zona de Cracovia que desde 1495 albergó una gran comunidad judía. Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, los habitantes de Kazimierz, fueron arrancados de sus hogares y llevados al gueto de Cracovia. Después de la guerra, todo quedó devastado. Fue varios años después, con la filmación de la película ¨La lista de Schindler¨, que el barrio empezó a revivir hasta convertirse, en una zona de moda frecuentada por turistas, artistas y universitarios. En esta zona hay varias de las cosas para ver en Cracovia: las 7 sinagogas, muchas galerías de arte y museos hebreos, restaurantes y bares de moda.
Visitá el Gueto judío. En 1941, la ocupación nazi creó el Gueto judío de Cracovia en la zona de Podgórze. Eran unas 30 cuadras amuralladas en la que acinaron a más de 15.000 personas. Todavía hoy se pueden ver restos de los muros y la histórica Farmacia del Águila, que fuera vital para la salvación de muchas vidas durante la guerra y que hoy ofrece un pequeño museo con historias de esa época (entrada €2). Frente a la farmacia está la Plaza de los Héroes del Gueto (otra de las cosas imperdibles que ver en Cracovia), en la que encontrarás el Monumento de las Sillas. Este fue un homenaje de Roman Polanski a los hombres y mujeres que tuvieron que irse de sus casas sin nada. El Gueto judío es uno de esos lugares que vale la pena visitar en el marco de una visita guiada o con un librito con info, o con un free tour. Como quieras, pero con información adicional para que todo tome un poco más de sentido. ¡Vale realmente la pena!
Dentro del Gueto judío, vas a encontrar uno de los lugares más icónicos y famosos que ver en Cracovia: la Fábrica de Schindler. Si viste la película “La lista de Schindler”, esta fábrica devenida en museo, te va a sonar bastante y sin dudas, querrás visitarla. Esta fue la fábrica de Oskar Schindler, el empresario alemán, que a pesar de estar asociado al partido nazi, salvó la vida de más de 1000 hombres y mujeres judíos durante la guerra. ¿Qué vas a encontrar en el museo? A diferencia de lo que uno esperaría, no vas a encontrar demasiada información sobre la historia de Oskar Schindler y su fábrica en particular (aunque podrás ver su oficina particular). Sino, una exposición amplia sobre la historia de Cracovia desde 1939 hasta el final de la guerra. A tener en cuenta una cosa: en el museo, las explicaciones están solo en inglés. Existe la opción de visitarla con guía (son ajenos al museo) y la verdad es que vale mucho la pena porque hay visitas en varios idiomas. Pero, ¡ojo! Porque son con cupo y conviene sacarlas anticipadamente.
Hay muchas iglesias importantes en Cracovia (algunas ya las destacamos más arriba) y hay una más que vale la pena visitar en un viaje a Cracovia. Una de las iglesias más importantes es la Iglesia San Pedro y San Pablo. ¿Por qué creemos que deberías visitarla? Porque fue construida por los Jesuitas en el siglo 16. Destaca por lo inmensa que es, por su estilo barroco y por las enormes y famosas esculturas de los 12 apóstoles en la fachada. Aunque todo lo elaborado de la fachada, se diluye un poco en el interior. Cuando entres, vas a notar que todo es bastante más austero que en el exterior. Tiene una enorme cúpula, un bello altar y un órgano. Y si esto no te tienta tanto, sumale que la entrada es gratuita ?.
El Parque Planty es uno de los parques más grandes de Cracovia. Son casi 21 hectáreas de verde. Está ubicado donde anteriormente se levantaron las antiguas murallas que protegían a la ciudad, por lo que rodea casi por completo el centro histórico de Cracovia. En el siglo 19, tiraron abajo las murallas dejando solamente en pie la Puerta Florianska, un pequeño trozo de muralla junto a la puerta, y la Barbacana (desde donde se defendía la ciudad).Luego de esto,comenzaron a plantar árboles y plantas, que funcionaron como una especia de muralla verde. De este hecho viene su nombre: planty/plantación. Con el correr de los años se fueron agregando los asientos de madera y varios de los monumentos que hay en ella. Es un gran lugar para descansar un poco después de las largas caminatas o para hacer un picnic para recuperar fuerzas.
Si bien se encuentra a unos 14 kilómetros de distancia del centro de la ciudad, una de las excursiones más típicas para hacer desde Cracovia, son las Minas de sal de Wieliczka. Estas minas producen sal de mesa desde el siglo 13. Con el correr de los siglos, cada vez se volvieron más grandes y profundas. En 1978 Fueron declaradas como Patrimonio de la Humanidad. La visita por las minas puede durar alrededor de 3 horas y en ellas, harás un recorrido de hasta 3 kilómetros (a tener en cuenta que ¡hay muchas escaleras!). Aquellos que sufran de claustrofobia, sepan que si bien, efectivamente esta todo cerrado y el camino es largo, los pasillos son anchos y las cámaras muy amplias, por lo que no debería ser tan agobiante. Si piensan visitarlas en verano, lleven abrigo porque la temperatura dentro de las minas puede descender a los 14°C. A lo largo del recorrido vas a visitar diferentes cámaras (o salas), entre las que encontrarás una en honor a Nicolás Copérnico, la capilla de Santa Kinga (¡es inmensa y llena de detalles, todo hecho en sal!) y la cámara Warszawa, en incluso se alquila para eventos (por si querés festejar un cumpleañitos por ahí abajo 😊).
Una visita que sin dudas podés hacer desde Cracovia es la de los Campos de Concentración Auschwitz-Birkenau. Es un recorrido por diferentes pabellones que albergaron inhumanamente a hombres y mujeres, las cárceles, las oficinas administrativas nazis y las cámaras de gas. No es una visita fácil. Es un recorrido por una de las épocas más oscuras de la historia moderna. La distancia que separa Cracovia de Oświęcim, la ciudad en la que se encuentran dichos campos de concentración, es de 70 km. Podés organizar la visita por tu cuenta (traslado y entrada) o bien, contratar la visita guiada (que incluye el traslado y la visita guiada).
Como habrás visto, hay mucho que ver en Cracovia. ¿Nos olvidamos de algo? ¿Que agregarías?
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