¿Te vas de escapada a Ferrara? No te vas a arrepentir. Hay mucho que ver en Ferrara. Es una de esas ciudades del norte de Italia en las que aún no ha sido descubierta por el turismo en masa, pero sin embargo da la sensación de que quiere ser descubierta. Se percibe como uno de esos lugares chiquitos pero animados, con mucha vida, adorable, ordenada y repleta de bicicletas. Creo que es uno de esos destinos que difícilmente esté en una primera lista de “lugares que quiero conocer en Italia”. Sin embargo, es una pequeña ciudad que vale mucho la pena visitar. Por sus palacios renacentistas, por su historia medieval, por su maravilloso (y único) Castillo y por su imponente Catedral.
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Llegamos a Ferrara en un pequeño recorrido que además incluyó Parma y Módena (ciudades increíbles que te recomendamos mucho y podés conocer en estos posts sobre qué ver en Parma y qué ver en Módena). Esta pequeña ciudad medieval, nos sorprendió bastante y sin dudas la incluimos en nuestro listado de “la Italia más tranquila y ordenada”. Es una ciudad calma, pero con mucha vida, con mucha historia y con una amplia y accesible (pensando en precios italianos) oferta hotelera. Hay mucho que ver en Ferrara y todo está muy cerca. No te será complicado armar tu propio recorrido para hacer en un día. Obviamente, todo depende del ritmo que quieras darle a tu visita. Dejamos mapa para que puedas visualizar cada uno de los lugares que ver en Ferrara.
Si hubiese que definir un símbolo de Ferrara, probablemente sea el Castillo de los Este. Está ubicado en pleno casco histórico de la ciudad y sin duda es una de las cosas que ver en Ferrara que creemos que no te podés perder. Este edificio tan bien conservado, fue construido a finales del siglo XIV con el objetivo de que funcionara como fortificación militar. Si bien, dos siglos después, paso a manos de los Este y fue convertido en un Palacio Renacentista, nunca perdió su estructura cuadriculada y el foso de agua que lo rodea (de hecho, y como dato curioso, es el único Castillo europeo que aún hoy conserva esta característica).
La Catedral de Ferrara es inmensa e imponente, incluso teniendo la fachada parcialmente tapada porque cuando fuimos la estaban restaurando (en junio 2022). Así y todo, no tengo dudas de que es una de las cosas que ver en Ferrara que no te deberías perder.
Está ubicada en pleno centro de la ciudad junto a la Piazza del Erbe. Su construcción comenzó en el siglo XII y tomo alrededor de 5 siglos tener una versión final de ella. Es por eso por lo que su arquitectura presenta huellas de múltiples estilos artísticos. La fachada de la Catedral fue construida en mármol blanco y el nivel de detalles que maneja es impactante.
No pudimos conocer el interior porque estaba cerrada, pero dicen (los que si pudieron entrar), que el interior de la catedral es de estilo principalmente barroco. Está repleto de estatuas monumentales y frescos. De los más interesante que ver es el fresco del ábside “Juicio Universal”, obra que Bastianino pintó entre 1577 y 1581, inspirado en la pintura de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. La construcción del campanario (de estilo renacentista), comenzó en 1451 pero nunca fue terminado (le falta la cúspide). A nosotros nos quedó pendiente poder conocer el interior de la Catedral. Queda en nuestra lista de pendientes que ver en Ferrara para una segunda visita.
Muy cerca de la Catedral de Ferrara se encuentra el antiguo centro medieval de Ferrara, siendo la Via delle Volte, la calle más importante de su entramado de bellísimas callejuelas estrechas. Es una calle que data de fines del siglo XIII. En aquel entones, por aquí, se sucedía toda la actividad mercantil de la época. De un lado de la calle había casas (donde vivían principalmente comerciantes) mientras que, del otro lado, había depósitos y almacenes. Para conectar ambos lados de la calle, y facilitar el trabajo de los comerciantes, era que existían esos arcos (o pasadizos elevados) tan característicos que verás a lo largo de toda la Via delle Volte. Permitían que pudiesen moverse más cómodamente de un lado al otro, evitando los tumultos de gente durante el día y los peligros de la noche.
Esta zona ha sido restaurada (pero ojo que, ¡el empedrado es original!) y actualmente encontrarás muchos restaurantes donde degustar típica comida local (que tiene gran influencia judía). Tanto Via delle Volte, como las pequeñas callejuelas estrechas que llegan y salen de ella, son un imperdible que ver en Ferrara.
Junto a la Catedral de Ferrara vas a encontrar un lugar muy interesante: Al Brindisi. Un pequeño restaurante o taberna que existe desde 1435 y que se ha puesto el mote de ser la taberna más antigua del mundo. En aquel entonces era conocido como “Osteria del Chiucchiolino”, (esta última deriva de “chiù”, sinónimo de borracho). Se dice que muchos personajes históricos han pasado por aquí. Uno de ellos es Nicolás Copérnico, que estudió en la Universidad de Ferrara y se alojaba encima de esta taberna.
‼️ Podés simplemente pasar por la puerta o podés sentarte y comer algo o beber un buen vino. No es de los lugares donde comer más barato en Ferrara, pero tampoco es de los más exagerados (el valor promedio de una copa de vino en la barra es de EUR 3 y el precio de un menú de mediodía ronda los EUR 15). Así que, ¡tenelo en cuenta!
Hay muchos Palacios hermosos que ver en Ferrara, pero hay uno que se destaca por sobre el resto: el Plazzo dei Diamanti. Ubicado en pleno casco histórico de la ciudad junto a otros bellos Palacios, vas a encontrar este ícono del Renacimiento Italiano. Lo vas a reconocer fácilmente por su fachada blanca completamente cubierta de pequeños bloques de mármol en forma de puntas de diamantes (de ahí su nombre). Es maravilloso ver el efecto de la luz proyectada sobre los bloques de piedra y como cambia nuestra percepción de la fachada según la hora del día. ¡Luces y sombras mandan! (imagino que debe ser un gran ejercicio para aquellos que se dedican al dibujo).
Quien diseñó el edificio fue Biagio Rossetti por pedido de Ercole d’Este en 1492 (de ahí los nombres de las calles en las que está ubicado). Su construcción se llevó a cabo entre los años 1493 y 1503. La construcción de este edificio es parte de un proyecto urbanístico más grande que incluía caminos derechos flanqueados por edificios elegantes (entre ellos el Palazzo Turchi di Bagno y el Palazzo Prosperi-Sacrati que se enuentran a pocos metros de distancia) iglesias monumentales y muchos jardines. Este ambicioso proyecto arquitectónico le hace ganar a Ferrara el título de “Primera Ciudad Moderna Europea”.
El Parco Massari, es el parque público más grande de Ferrara (de dentro de las murallas) y lo mejor de todo, es que está ubicado muy cerca del centro de la ciudad (a pasos del Palazzo dei Diamanti). Este parque, fue diseñado en 1780 por pedido del marqués Camillo Bevilacqua y poseía, en aquel entonces muchas esculturas y una gran variedad de cítricos a lo largo de los muchos senderos que tenía. A mediados del siglo XIX los condes Massari adquieren la propiedad (de ahí su nombre) y modifican el diseño completamente transformándolo en un parque inglés. En 1936, pasa a ser propiedad del Municipio de Ferrara.
Es un hermoso paseo para hacer, sobre todo, si durante tu visita te acompaña el buen clima. Es muy lindo para caminar y porque no, para hacer un picnic. La entrada es gratuita y entre los meses de mayo y septiembre está abierto de 7 AM a 12 PM. El resto del año el horario se acota un poco (de noviembre a febrero está abierto de 8 AM a 6 PM y durante los meses de marzo, abril y octubre de 8 AM a 8 PM).
En 1391, Alberto V d’Este estaba a punto de casarse y decide construir el Palazzo Paradiso. Originalmente el Palacio constaba de cuatro edificios (de los cuales actualmente solo queda uno en pie) ubicados alrededor de un patio. En aquel entonces estaba decorado con pinturas que reflejaban escenas de la vida cortesana y extraídas de novelas de caballerías. Actualmente la sede de la Biblioteca Histórica de Ferrara. ‼️ Se puede visitar de lunes a viernes entre las 9 AM y las 7 PM y los sábados de 9 AM a 1 PM. El ingreso es gratuito.
El Palazzo Schifanoia data de 1385 y es otra de las residencias que se construyó con el objetivo de tener espacio para el ocio y el divertimento a pedido de Alberto V d’Este. Inicialmente, el edificio, tenía una sola planta, pero posteriormente fue ampliado en varias oportunidades. Luego, se le agrega al edificio una planta destinada a albergar los apartamentos ducales y lo más interesante (y significativo), el Salone dei Mesi (una de las principales razones por las que este Palacio está en nuestra lista de qué ver en Ferrara).
El Salone dei Mesi (o Salón de los Meses) cumplía el rol de sala de recepción y para decorarlo, Borso d’Este, convocó (así como quien no quiere la cosa) a todos los artistas activos en Ferrara para crear una de las obras maestras más sorprendentes del arte renacentista italiano. De lo más destacado de estos frescos son las pinturas correspondientes a los doce meses del año (de los cuales actualmente solo se conservan 7). También se ven representados los signos zodiacales y se intercalan pinturas de escenas de la vida cotidiana.
Ubicada muy cerca de Palazzo Schifanoia, se encuentra la Basílica Santa Maria in Vado. El edificio actual data de 1495 y fue construido sobre otra iglesia mucho más antigua que allí había existido pero que había sido parcialmente destruida. Cuenta la leyenda, que la razón por la que esta (segunda) iglesia se levantó aquí fue porque en aquella primera iglesia, se había sucedido un milagro. En 1171 durante la misa de Pascua, se rompió la hostia y de esta salpicó sangre, que llegó a manchar el altar y el techo (manchas que supuestamente todavía hoy se pueden ver).
La fachada de la iglesia actual es de ladrillo y tiene una gran puerta de mármol. En el interior podrás ver obras del Bastianino, Filippi y Carlo Bononi, entre otros. ¡Ah! Y una de las cosas más destacadas que ver dentro es un monumental órgano que data del 1500. No sé si la visita a la Basílica Santa María in Vado entra en “el top five de imprescindibles que ver en Ferrrara”, pero si andas con tiempo suficiente o si sos un poco fan de los misterios/leyendas religiosas, ¡tenela en cuenta para incluirla en tu itinerario.
Ferrara, es chiquita pero muy animada, amigable, con historia y con encanto. Hay muchas cosas que ver en Ferrara pero su gran cantidad de cafés y restaurantes se prestan para hacer, cada tanto, un alto en el recorrido y disfrutar de un café o un aperitivo. Es una ciudad a la que podés dedicarle un día o dos. Como siempre decimos, todo depende del ritmo que le des a tu paseo y cuánto quieras conocer en profundidad cada cosa. Esperamos que este toda la info que volcamos en este post te sirva. Y si quedan dudas, podés dejarnos tu mensaje por acá abajo y siempre intentaremos ayudar.
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