En Viena hay mucho para ver. Pero si contás con un itinerario ajustado y te estás preguntando qué cosas no te tenés que perder y que tenés qué ver en Viena en 3 días, estás en el post indicado. En este post, te contamos no solamente cuáles son los imperdibles de la ciudad de Mozart, Klimt y Sissi, sino también qué cosas no podés dejar de probar para llevarte los mejores recuerdos de una de las grandes capitales del mundo. ¡Y algo importantísimo! Viena tiene fama de cara (y no es solo la fama), por eso en este post, también te contamos cómo ahorrar algo de dinero sin dejar nada en el tintero.
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Para nosotros, lo primero que hay que ver en Viena es Stephansplatz (la Plaza de San Esteban), el corazón de la capital austríaca. Es el centro neurálgico de la ciudad y siempre está repleta de gente, tanto de locales, como de turistas. En esta plaza, además de muchas tiendas y bellos edificios, te vas a encontrar con una de las atracciones más importantes de Viena: la famosa Stephansdom (la Catedral de San Esteban).
Además de ser famosa por su bella arquitectura, la Catedral de San Esteban, es conocida por ser el lugar en el que se casó Mozart y en el que años más tarde, se velaron sus restos. Si no sos muy fan de las iglesias, te recomendamos que por lo menos, te detengas a contemplar su alta torre en forma de aguja y su maravilloso tejado de azulejos. Si querés darle un vistazo al interior, entrá tranquilo porque es gratis. Ahora bien, si querés hacer un recorrido más completo, tendrás que comprar el ticket correspondiente. Ofrecen varios tipos de tickets según lo que te interese recorrer.
A pasos de la Catedral, y camino a nuestra siguiente parada, te vas a encontrar con el Monumento a la Peste (Pestsäule). Va a llamar tu atención, no tengo dudas. Es uno de los monumentos más importantes de Viena, construido en 1679, luego de la terrible peste que castigó a la ciudad.
Nuestro primer día, no podía dejar afuera al Palacio de Hofburg: un conjunto de edificios en los cuales, actualmente, funcionan muchos museos y atracciones importantes para visitar en Viena. Hay mucho para ver, pero (como ya dijimos) teniendo en cuenta que la idea es recorrer Viena en 3 días, lo que nosotros creemos que no podés dejar de visitar son los Apartamentos Imperiales, al Museo de Sissi y la Platería de la Corte. Para nosotros, ¡es una de los imprescindibles de la ciudad! Hacer este paseo puede tomarte entre 2 y 3 horas.
Estos tres, suelen ser los más visto del Palacio Hofbug. Junto a Klimt y Mozart, Sissi, se ha transformado en una de las grandes atracciones en Viena. Visitar su museo, te permitirá hacer un recorrido por la vida privada la Emperatriz, por sus logros deportivos, su rebelión contra el ceremonial y protocolo de la corte, su gusto por la poesía y su obsesión con la delgadez. Vas a ver muchos de sus efectos personales: objetos, joyas y prendas de ropa. En el recorrido por los apartamentos también podrás darte una idea de cómo vivían en aquella época (¡el baño de la Emperatriz es lo que más recuerdo!) La Platería de la corte está bien, pero después de varios salones se vuelve un poco repetitivo (¡es una cuestión de gustos, nada más!)
Nuestra tercer parada será en la Kärntner Straße (para simples mortales como yo, la Kaerntnerstrasse.) Es una de las calles más comerciales de Viena y conecta Stephansplatz y el Graben, con la Ringstrasse. Está llena de bares, restaurantes y tiendas de moda (de las caras y de las no tanto). También está llena de tiendas de suvenires, así que es una gran oportunidad para comprar algún recuerdo. ¡Vas a ver cantidades industriales de chocolates, cajitas y postales con obras de Klimt, o con la cara de Mozart y Sissi!
Y porque no todo se trata de qué ver en Viena en 3 días, sino también de probar cosas nuevas… ¡A comer! ¿No sabés qué comer en Viena? Te recomendamos que empieces por la Wiener Wurst (salchicha vienesa).
A esta altura de nuestro recorrido, ¡es un gran momento para buscar alguno de los cientos de puesto callejeros que la ofrecen salchichas y probarla! Las hay de todo tipo y podés comerla en pan (le hacen un agujero en uno de los lados y le ponen la salchicha adentro) o bien, podés comerla al plato acompañado por un pan de salvado típico vienés. Cuestan alrededor de €3,50.
Hay museos y Palacios obligados que ver en Viena en 3 días. Pero si de algo estoy segura, es que la historia, pasa también por el paladar. Por eso, hay algo que tenés que comer en Viena: la Torta Sacher. La ofrecen en la mayoría de las cafeterías vienesas, pero la original, te recomendamos probarla en el Café Sacher. Así que, después de un almuerzo barato y callejero, vale la pena (si es que sos amante de los dulces) entrar y probar la versión original de esta famosísima torta. Y para que esto sea un éxito total, te recomendamos que la acompañes con un café vienes. Esta es otra de las cosas que tenés que hacer en Viena, ¡si o si! Hay muchas variantes del café vienes, pero el clásico lleva crema montada y cacao. Lo vas a encontrar en la mayoría de las cafeterías de Viena, pero si lo haces en el Café Sacher, son dos “qué comer en Viena” en uno.
Y como a esta altura del día, los pies empiezan a pedir descanso, pero la cabeza y los ojos todavía están a mil, te proponemos que hagas un recorrido en tranvía por la avenida Ringstrasse. Es la avenida más importante de Viena y recorre los alrededores del casco histórico de la ciudad. Está ubicada justo donde años atrás se erguía la muralla que protegía a la actual capital austríaca. Vas a poder apreciar muchos de los más lindos edificios de Viena, entre ellos, el Palacio Hofburg, el Museo de Historia Natural, la Ópera, el Ayuntamiento, el Parlamento, la Universidad y el Museo de Historia del Arte. Según tu presupuesto, para pasear por la Ringstrasse, tenés dos alternativas: podés hacerlo en la línea 1 o 2 del tranvía o bien, podés haverlo en el Vienna Ring Tram. Es una especie de tranvía turístico que te permitirá recorrerla completa y subir y bajar cuantas veces quieras, en cualquiera de sus 13 paradas. Sale uno cada media hora.
El ticket del tranvía de línea cuesta €2,40.
Al igual que el metro, en Viena, el tranvía funciona entre las 5 AM y las 12 PM (puede haber alguna variante de horario en algunas líneas o según la época del año ¡Consultá!)
El Vienna Ring Tram, la opción un poco más “pro” ofrece diferentes tickets. ¿Los precios? €8 (es válido únicamente durante 30´ y te permite hacer un único recorrido completo pero sin descender del tranvía), €9 (es válido durante 24 hs). y €14 (es válida tanto para el Ring Tram como para toda la red de transporte de Viena durante 24 hs.)
Funciona todos los días de 10 AM a 6 PM (en verano, hasta las 7 PM).
La música clásica y Austria están íntimamente ligados. Por eso, ¡si hay algo que no podés dejar de conocer en Viena, es la Ópera! Mozart, Gustav Mahler y Richard Strauss, son solo algunos de los grandes de la historia de la música que han pasado por aquí. Para conocerla tenes 2 opciones. La primera, la Ópera, ofrece una visita guiada (las hay en varios idiomas) pero tendrás que consultar los horarios porque varían según los meses del año. Y la segunda, y muy recomendable opción, es que saques entradas para ver algún espectáculo (¡aunque no lo creas, hay entradas económicas para la Ópera en Viena!)
¿Cómo venimos hasta acá? Palacios, Ópera, rica comida y un hermoso paseo por la ciudad. Si vas a visitar Viena en 1 día, este primer día podría ser un buen pantallazo.
Y nuestro día 2 en Viena, empieza en uno de mis lugares preferidos de la ciudad: el Belvedere. El Palacio Belvedere tiene dos edificios principales: el Belvedere Alto y el Belvedere Bajo. En el Belvedere Alto (el más grande de los dos Palacios y el que probablemente te tomará más tiempo recorrer), encontrarás una colección maravillosa de obras de Klimt, entre las que están “El beso” y “Judith”. Además, encontrarás obras de Renoir y Monet, entre muchos otros artistas interesantes.
El Belvedere Bajo, ofrece una exposición de arte barroco austríaco muy interesante. Para llegar de uno a otro deberás atravesar un inmenso y colorido jardín (esto último, está sujeto a la qué época en que lo visites). Junto al Bajo Belvedere está el Orangerie, que en otra época se utilizó como invernadero. Hoy en día, se utiliza para albergar diversas exposiciones temporales.
¿Te estas preguntando cuánto se tarda en recorrer el Belvedere? Todo va a depender de si visitas el alto y el bajo y del ritmo que le des a tu visita, pero si visitas ambos palacios puede llevarte entre 2 y 3 horas aproximadamente.
Del Belvedere, continuamos nuestro camino sin escalas hasta el Museumsquartier. Es una especie de complejo artístico que agrupa a más de 50 edificios dedicados al arte (arquitectura, arte visual y dramático, teatro, moda, danza, cine, música, diseño, entre otras). Si bien, obviamente no podrás recorrer todos los museos que ofrece, tan solo pasear por esta especie de isla artística, ¡vale mucho la pena!
A pocos metros del “barrio de los museos”, te vas a encontrar con otro de los lugares que tenés que conocer en Viena, el Volksgarten. Es un parque (que si lo agarras en primavera estará que explota de rosedales), en el que además de recorrerlo y apreciar el monumento a la Emperatriz Elisabeth (Sissi, para los amigos) y el Templo de Teseo, te proponemos que hagas un picnic. A esta altura del día, comer algo no estaría nada mal, y la idea del picnic te permitirá ahorrar dinero en Viena, cosa que, tu bolsillo, te lo agradecerá mucho. (Esto será posible siempre y cuando vayas en una época en la que el clima te lo permita, ¿no?)
De pasada, a nuestro próximo destino, dale una mirada al Ayuntamiento de Viena (Rathaus). No creemos que sea de las atracciones imprescindibles de Viena, pero como nos queda de paso, la idea tampoco es ignorarla. El edificio es una belleza.
Y porque Viena no es solo Palacios, salchichas y jardines esplendidos, seguimos camino hasta la Casa Museo Freud. Esta es una de las visitas poco populares, pero que nosotros recomendamos mucho hacer, incluso, si pensás recorrer Viena en 3 días. Sigmund Freud vivió en esta casa durante 30 años y en ella encontrarás muebles originales, objetos, cartas, y fotografías pertenecientes al famoso psicoanalista y su familia.
Está abierto de lunes a domingo (de lo poco que está abierto todos los santos días de la semana) de 10 AM a 6 PM.
La entrada cuesta €9.
No se trata solo de comer sino también de hacer algo de turismo gastronómico en Viena: si ya probaste la Wiener Wurst (salchicha vienesa), el café vienes, y la torta Sacher, ¡lo único que te falta comer en Viena es la Wiener Schnitzel! ¿Sabés que es? Una milanesa de cerdo que se suele acompañar con ensalada de papas y una salsa de arándanos.
La ofrecen en la mayoría de los restaurantes, así que no tendrás problema en encontrarla.
Nos hubiese gustado poner “según nosotros la mejor Wiener Schnitzel de Viena hay que comerla en…”, pero no pudimos comprobarlo en carne propia de la cantidad de gente que habia las dos veces que intentamos ir. Dicen que acá tiene, la Wiener Schnitzel, tiene el tamaño de un plato volador. ¡Nos queda pendiente para una próxima visita!
El restaurante Figlmüller, es uno de los más famosos en el tema de las Wiener Schnitzel y siempre está lleno de gente así que tus opciones son tener mucha paciencia o intentar reservar antes de ir. Está a pocas cuadras de la Catedral San Esteban.¿Cuánto cuesta comer en Figlmüller? Una milanesa (muy grande) cuesta €14,90 (sin acompañamiento.)
No es barato para nada. Lo sabemos. Pero al menos, ténganlo en cuenta como plato para compartir si es que quieren vivir la experiencia de una buena milanesa vienesa.
Hagamos un pequeño parate acá.
El recorrido que planteamos hasta acá, te sirve perfectamente si querés saber qué ver en Viena en 2 días.
Dedicarle 2 días a la capital austriaca no está mal. Un poco ajustado, en cierto, pero ¡vale!
En este rompecabezas de mil atracciones (siempre y cuando la ubicación geográfica nos lo permitió), intentamos ordenar nuestra propuesta de itinerario según importancia (o sea, fuimos de lo que consideramos más importante, a lo menos relevante.)
Así que, podés agarrar esta guía hasta este punto y disfrutar de lo más importante que hay para ver en Viena
No te pierdas el museo más visitado de Viena: el Museo de Historia del Arte de Viena. Para nosotros, este museo es uno de esos lugares que tenés que visitar en Viena. ¿Las razones?
RAZÓN 1: vale muchísimo la pena no solo lo que se expone, sino también el edificio en sí mismo.
RAZÓN 2: aloja obras de arte que fueron reunidas por la familia Habsburgo durante siglos. Podrás apreciar obras de Rembrandt, Tiziano, Rafael, Velázquez y Rubens, además de una inmensa colección de monedas y piezas de la antigüedad griega, romana y egipcia (solo con lo primero, a mí, me alcanza.)
RAZÓN 3: ¡en el techo hay frescos de Gustav Klimt!
¿Te convencimos?
La entrada general cuesta €16 (si, ya se, ¡a esta altura ya gastamos un millón de euros!)
Está cerrado los lunes. Se puede visitar de martes a domingo de 10 AM a 6 PM. Los jueves cierra a las 9 PM.
Después de una mañana de museo, te proponemos anda un poco por las calles de la ciudad. Y para eso, nada mejor que un paseo al aire libre por una de las más bellas atracciones en Viena, el Naschmarkt: un mercado de casi 8 cuadras, repleto de flores, verdura y fruta a fresca, pescado, carne, y especialidades, tanto locales, como de todo el mundo. Tengo 2 buenas noticias y una mala. ¿Las buenas? La primera: en la mayoría de los puestos te darán de probar sus delicias (dátiles, aceitunas rellenas, frutas secas, etc.) La segunda: además de comprar productos frescos, podés sentarte a comer algo en alguno de los restaurantes del mercado.
Ahora, la mala: a pesar de ser un mercado callejero, los precios no son regalados. Tampoco es que son prohibitivos, pero si, son para prestarles atención.
Y por fin, ¡llegó el momento de dedicarle un rato a ir de compras en Viena!
Mariahilferstrasse, es una calle con mucha vida y aunque no te interese ir de compras, vale la pena recorrer sus casi 20 cuadras que van desde el Museumsquartier hasta la estación Wien Westbahnhof. Además de tiendas, encontrarás cafés y muchos puestos de comida callejera. También, muchas tiendas dedicadas a tecnología, ropa y accesorios. No te asustes con el fantasma de los precios en Viena, porque encontrarás principalmente, muchas de las tiendas que tienen más o menos los mismos precios en toda Europa: Bershka, Pull & Bear, H&M, Saturn (una de las tiendas que más nos gusta dónde comprar tecnología en Europa) y muchas otras.
Vamos llegando al final de nuestro recorrido de Viena en 3 días. Y nos pareció buena idea terminar en el Prater Park, un parque de diversiones con algo de historia. En él, encontrarás mil atracciones súper divertidas, desde los clásico autitos chocadores, el tren fantasma y la rueda más antigua de Europa, hasta muchas otras más modernas. También hay muchos puestos de comida donde podrás picotear algo por pocos euros.
¡Hasta acá llega lo que creemos que tener que ver en Viena en 3 días. Esta es una ciudad majestuosa y tiene mucho para ofrecer. ¡Ojalá que esta guía te sea útil para organizarte y armar tu propio itinerario. Que nuestro datos y recomendaciones te ayuden a hacer tu propia experiencia. Eso sí, a tu vuelta, contanos como te fue, que agregarías o que sacarías para una visita de 3 días a Viena.
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