La verdad es que a pesar de que encontrar hospedaje alrededor del mundo no es una tarea fácil, hoy en día con la ayuda de algunos sitios web, este ítem importantísimo, resulta mucho más sencillo.
Hace algunos años en plena organización de lo que fue nuestra segunda visita al viejo continente, caímos como por arte de magia y gracias al poder de Internet en Airbnb.
Un sitio súper amigable que nos permitía reservar habitaciones en la casa de alguien, casas enteras o mejor aún, alojamientos increíbles, como castillos o iglús alrededor del mundo.
Hoy ya es un clásico conocido por la gran mayoría de los viajeros, pero no está de más seguir corriendo la voz.
De una forma muy sencilla, este sitio, pone en contacto a personas que alquilan departamentos, casas, sillones o habitaciones, con turistas que buscan otra alternativa a los clásicos hoteles o hostels.
Creas tu usuario de una forma muy muy fácil y ya estás listo para entrar en la rueda.
El sitio permite ajustar los detalles de tu búsqueda al máximo para optimizar los resultados: por zona, por tipo de hospedaje, precio límite, etc., haciéndolo muy efectivo.
Además, ofrece un sistema para calificar la atención que recibís, que ayuda a sentirte seguro a la hora de hacer tu elección leyendo las experiencias de otros usuarios.
Otra ventaja importante a destacar, es que ofrece precios muy convenientes, incluso mucho menores a los de un hotel y si bien estas en contacto directo con el anfitrión desde el comienzo, el sitio brinda un gran respaldo al huésped, dando respuesta ante cualquier inconveniente que surja (vale aclarar que también le da respaldo a los anfitriones, ¿no?)
En lo personal, siempre tuve buenas experiencias: las imágenes de referencia se correspondían perfectamente con las del sitio y los alojamientos resultaron ser lo que prometían, los anfitriones fueron súper amables y dedicados y creo que esto se debe a que la empresa hace un seguimiento cercano de lo que ofrece.
Pero para dar un ejemplo con tinte un poco más negativo pero con final feliz, hace poco, una amiga, a la que voy a llamar Violeta, viajó a Roma donde tenía reservado su alojamiento. Su anfitrión por alguna razón, el día previo a su llegada, le canceló su reserva.
Sin hospedaje y con un dejo de pequeña desesperación, Violeta, se contactó con AIR B&B. Para resumirlo mucho: los atendieron muy bien, les devolvieron más plata de la que habían pagado (porque reservar sobre la fecha iba a ser más caro) y los ayudaron a encontrar otro alojamiento, sin olvidar también, que la primera noche, los hospedaron en un hotel 5 estrellas hasta resolver completamente el problema al otro día.
Algo que creo que le suma otro poroto a Airbnb es que, bajo el lema “nuestra casa es tu casa”, ofrece la posibilidad de vivir una experiencia de viaje diferente, compartiendo el alojamiento con los dueños o con huéspedes de otras nacionalidades. Esto significa, que si te interesa engrosar tu experiencia turísitca, alquilar una habitación en la casa de alguien, puede ser una gran idea para sumarle un plus a tu estancia, estés donde estés.
Sencillo de utilizar y sumamente confiable, es uno de nuestros caballitos de batalla más recomendables y si lo que te interesa es ahorrar y sos lo suficientemente sociable, esta herramienta puede ser justo lo que estás buscando.