La idea de viajar a Europa con la mochila a cuestas y todo el mundo antiguo a nuestros pies, suena muy cinematográfica. De hecho creo que es una gran idea cuando la plata no es un problema y cuando tenés tiempo de sobra para dar vueltas por todo el continente. ¡Que lindo sería!
Pero la verdad es que cuando viajamos por un tiempo determinado y con un presupuesto limitado, no es una buena idea improvisar sobre la marcha todas nuestras decisiones, porque el costo de la libertad y la aventura, pueden ser un poco altos. Si bien estar atado a un itinerario suena poco atractivo, lo ideal es, por lo menos, tener definido qué ciudades queremos visitar, por cuantos días y cómo pensamos hacer las conexiones de distancias más largas. Esto sin ninguna duda te ahorrará tiempo y dinero.
Por ejemplo, llegar a una ciudad en la que nunca estuviste sin tener hospedaje, te obliga a perder tiempo de tu día buscando alojamiento y si no tenes ganas de buscar, a quedarte con lo primero que veas (a lo mejor pagando más de lo que tenes previsto gastar por día). Sabiendo dónde vas a estar y por cuantos días, podés buscar hoteles con anticipación y aprovechar ofertas. Además, podés evitar sorpresas investigando la experiencia de otros huéspedes y estar seguro de hacer una buena elección.
En lo que respecta a la conexión entre ciudades: si son viajes cortos, podés manejarte con mayor libertad porque los trenes que conectan ciudades cercanas suelen tener mucha frecuencia de salida diariamente. Pero si tenes tramos largos (como por ejemplo Paris – Madrid), te recomendamos reservar tu pasaje con anterioridad para evitar perder un día completo de espera hasta la próxima salida.
En definitiva, muy linda la idea de ir y ver que onda, pero en la práctica, cuando hay ganas de conocer muchas cosas, un presupuesto y un tiempo limitado, cuanto más planifiquemos, mejor.
muy buena pagina
¡Muchas gracias, Silvia! Es hermoso recibir este tipo de comentarios 😍🖤